El desarrollo de productos es un proceso, formado por diversos procesos con entidad propia, como por ejemplo: de ideación, de diseño preliminar, de marketing…
Así mismo el desarrollo de productos es una ciencia en sí misma que precisa de muchas otras ciencias para su correcta aplicación, por ejemplo: marketing, ingeniería, diseño, economía…
Incluso podríamos decir que el desarrollo de productos es un ciclo, lo que habrás oído como el ciclo de vida de un producto.
¡No te asustes que no es para tanto! Para su correcta ejecución simplemente hay que ser eficiente y eficaz, sin caer en lo que se conoce como la parálisis por análisis.
El desarrollo de productos, de forma exageradamente resumida y abarcando el proceso completo desde que se idea hasta que se recicla o desecha, comienza con una idea, seguido del desarrollo de la misma, la fabricación del producto, la venta, el servicio de postventa y finalmente su desecho-reciclado.
En este artículo vas a aprender estos dos conceptos clave:
- Objetivos del desarrollo de un producto
- Alcance del desarrollo de un producto
Al final de este artículo te incluyo una aplicación práctica de su contenido:
- Definir los objetivos y alcance del desarrollo de tu producto.
Sigue leyendo para aprender y poder tener una visión más clara del proceso de desarrollo de tu producto. Además, serás capaz de definir los objetivos y alcance del desarrollo de tu producto.
Objetivos del desarrollo de un producto
Los objetivos definen metas, y en el desarrollo de productos se podrían enumerar no cientos, sino miles de ellos.
Seguramente tú mismo podrás definirlos de distintos tipos cuando desarrolles tu próximo producto (económicos, de penetración y cuota de mercado, en redes sociales, de satisfacción del cliente…).
Pero si te tienes que quedar con un objetivo principal es el de “satisfacer las necesidades del cliente”.
¡Aunque cuidado!, porque una cosa es la necesidad del cliente y otra la intención de búsqueda del cliente, es decir, cómo el cliente articula esa necesidad para localizar tu producto, pero ya te hablaré de esto en otro artículo.
Para cumplir este objetivo, ten en cuenta que tus clientes potenciales tienen necesidades por cubrir. Necesidades básicas y de otros tipos.
Esas necesidades pasan a ser deseos esculpidos por la cultura y personalidad de cada individuo, y finalmente, cuando el individuo tiene la capacidad de comprar esos deseos, se transforman en demandas. Pues bien, date cuenta que al otro lado estás tú con tu producto, proponiéndolo como candidato a satisfacer esas necesidades y deseos.
Por lo tanto, te será imprescindible plantear una estrategia de marketing que te ayude a cumplir con el objetivo planteado. En la parte de aplicación de este artículo encontrarás un guion para comenzar una estrategia de marketing.
Alcance del desarrollo de un producto
En cuanto al alcance del desarrollo de un producto, podemos decir que se refiere a qué etapas o procesos pertenecen al desarrollo de un nuevo producto y qué responsabilidades conlleva.
El alcance del desarrollo de productos se podría resumir en las siguientes etapas-responsabilidades:
- Ideación.
- Desarrollo de la idea.
- Evaluación inicial de marketing y análisis de negocio.
- Fabricación del producto y validación de requisitos.
- Pruebas de producto y de mercado.
- Venta del producto.
- Servicio de postventa (según el caso).
- Desecho-reutilización-reciclado del producto (según el caso).
Aplicación del artículo. Definir los objetivos y alcance del desarrollo de tu producto.
Tomando como objetivo principal del desarrollo de tu producto la satisfacción de tus clientes del mercado meta o potencial (a quienes va dirigido), la estrategia de marketing se compone de:
- Conocer el mercado potencial (¿quiénes están o podrían estar interesados en productos similares a los que tú quieres desarrollar?)
- Identificar el mercado meta para tu producto (exactamente, entre todo el mercado potencial, ¿a quién quieres venderlo?)
- Averiguar qué necesita tu cliente, qué valora más (¿cuáles son las necesidades de tu mercado meta y cuál será tu propuesta de valor para ellos?).
Por supuesto que una estrategia de marketing es más amplia, pero como punto de partida este es un planteamiento idóneo.
Antes de continuar, fíjate bien en lo que te estoy planteando (filosofía centrada en el cliente):
- Consulta al mercado meta qué necesita y cómo les gustaría que fuese el producto.
- A modo de solución, ofréceles un producto adaptado a sus necesidades y deseos.
Ahora atento a este otro punto de vista, porque es diferente si lo planteas de esta forma (filosofía centrada en el producto):
- Fabricas un producto a tu libre albedrío, ¡a tu rollo!.
- Envías a tu comercial para que lo venda, un producto que quizás el cliente al que intentas vendérselo no lo necesita, ni es cómo le gustaría en caso de interesarle.
El primer proceso es sin duda mejor para crear buenas relaciones con los clientes, que a la larga serán leales a tu marca. Pero no olvides que a veces el cliente no sabe lo que quiere o necesita y tendrás que enseñarle el camino, si no fuese así, no habría avances tecnológicos ni productos innovadores.
Una vez hayas definido tu estrategia de marketing, podrás comenzar a abarcar todo el alcance del desarrollo del producto.
Para asegurar que tu producto cubre todo ese alcance, tendrás que cubrir y responsabilizarte (o asignar responsabilidades) de las siguientes etapas:
- Generación y selección de ideas. Entre todas las ideas, selecciona la mejor para cubrir las necesidades identificadas de tu mercado meta. En este proceso partes de muchas de ellas que enfrentas y comparas entre si, hasta que finalmente identificas una como la que más potencial tiene.
En esta fase tienes que trabajar con las necesidades del cliente. - Desarrollo de la idea. Una vez identificada la mejor, y con el fin de lograr un producto atractivo que cubra las necesidades, tienes que trabajar el diseño para lograr una buena experiencia de usuario y al tiempo verificar que lo diseñado cubre las necesidades del cliente.
En esta fase tienes que traducir estas necesidades en especificaciones del producto.
La materialización de la idea es una representación simbólica o física del producto que puede ponerse a prueba en tu mercado objetivo (aquel a quienes diriges tu producto). - En la redacción de la evaluación inicial de Marketing y el análisis del negocio se evalúa el potencial de la idea con el objetivo de generar una base sólida con la que decidir sobre la viabilidad del proyecto. Esta evaluación inicial se centrará en identificar el mercado meta, la propuesta de valor y las ventas potenciales. Así mismo, marcará un precio objetivo y una estimación de ventas para el primer año y posteriores. El análisis del negocio, utiliza toda la información previa, junto con análisis de costes, para decidir si continuar o no con el proyecto.
- El diseño debe materializarse en la fabricación del producto, para lo que puede ser recomendable realizar prototipos previos.
En esta fase tienes que validar las especificaciones del producto. - Una vez dispones de un producto listo para poner en el mercado, debes asegurarte que cumple con los requisitos (pruebas el producto) y que satisface las necesidades del cliente. Además debes verificar la aceptación del producto en el mercado meta identificado antes de invertir en su comercialización a gran escala (pruebas el mercado).
- A continuación tienes que vender el producto, intercambiándolo por dinero. Debes cuidar tu producto porque no es solo algo material sino que conlleva mucho más: una promesa de que va a satisfacer las necesidades del cliente; una imagen de marca que el cliente se irá formando cada vez que se relacione con tu producto (desde que lo ve por primera vez, hasta que lo desecha). Todas las experiencias que haya tenido con tu producto se resumirán en una pregunta: ¿ha cubierto mis necesidades? En función de la respuesta volverá o no a confiar en tu producto-marca en el futuro.
- La relación con el cliente no acaba cuando le vendes tu producto, sino que debes ofrecer un servicio de postventa, es decir, después de venderle tu producto debes estar ahí para resolverle dudas, problemas, e incluso para poder ofrecerle asesoramiento para cubrir necesidades futuras. En este proceso tienes la oportunidad de hacer fuerte y redituable la relación con tu cliente.
- El último proceso es el de fin de uso, el desecho-reutilización-reciclado del producto una vez que este llega al final de su vida útil. En este sentido puede ser interesante asesorar a tu cliente sobre las buenas prácticas para su retirada y al mismo tiempo generar, entre otras cosas, materia prima para reutilizar, así como una imagen de marca superior y una nueva oportunidad de venta para ti.
Y hasta aquí este artículo. Espero que te haya gustado y aporte valor a tus proyectos. Te animo a que sigas leyendo otros artículos, me envíes tus comentarios y te suscribas al blog para recibir las todas las novedades.
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